Autorreconocida afrodescendiente, la reina riohachera destaca por su don de gente, carisma y belleza a toda prueba, en el Reinado Nacional de la Belleza.
María Lucía Povea Marino, una joven que está a punto de graduarse como arquitecta, es la representante de Riohacha, al Reinado Nacional de la Belleza.
El certamen está en su recta final, y en él, la señorita Riohacha ha dejado en alto la participación de la capital guajira en esta competencia que mide belleza, carisma, inteligencia y conocimiento sobre el país y sus regiones.
A María Lucía Povea Marino, se le conoce ampliamente en el contexto cultural de Riohacha y La Guajira, y, recientemente, en el ámbito del modelaje departamental.
Desde los tres años, esta joven afrodescendiente autorreconocida, integró el grupo de estudiantes de la Escuela Danza Experimental de La Guajira, dirigida por el fallecido coreógrafo Gary Julio Escudero.
Desde esa plataforma, durante la niñez, pubertad y adolescencia, María Lucía hizo parte de representativos eventos que promueven la cultura y el talento guajiro, con una de las pocas academias que ha escrito el nombre de La Guajira en los primeros lugares de formación artística y proyección de talentos en Colombia.
María Lucía heredó de su mamá y su tía el amor por los reinados. Ambas, representaron por su belleza, carisma y don de gente, por un lado, al corregimiento de Monguí y por otro, a la Institución Educativa Almirante Padilla.
En su época escolar, la actual señorita Riohacha fue reina del colegio Sagrada Familia, donde obtuvo su grado de primaria. De ahí, se fue a Santa Marta a culminar sus estudios de bachillerato.
Quienes la conocen, describen su alegría, entusiasmo y sencillez, como algo que la caracteriza a donde quiera vaya. Su tía, Marinella Santos, no oculta su emoción y orgullo al destacar que María Lucía nació para ser guerrera, para ser fuerte, para brillar y para trabajar por los demás.
“Es una mujer que se autorreconoce como afrodescendiente, que lucha por sus sueños y que ya ha visto el fruto de su tesón, empeño y disciplina”, señala Marinella, quien asegura que, contra todo pronóstico María Lucía por sus propios medios, ha logrado, antes de obtener el título profesional, irse fuera del país a un intercambio académico.
Es la menor de varios hermanos. Quienes, unidos, han tenido que enfrentar situaciones cotidianas y excepcionales que les han forjado el carácter valiente, aguerrido y solidario, como el de María Lucía, que según su familia, representa fielmente a este núcleo familiar, que, de parte de su madre, Patricia Katty Marino, lo conforman en su mayoría mujeres lideresas de varios procesos comunitarios. Y, de parte de padre, Enrique Povea Pérez, la pujanza, el empeño y la disciplina de empresarios independientes que le han aportado crecimiento a su familia y a la región.
No en vano, la participación de María Lucía en Cartagena, ha sido un desfile de afectos, solidaridad y apoyo. El reinado de esta joven riohachera, es de un gran sector de la zona urbana y rural del Distrito, que se ha unido para acompañarla, para asesorarla y para aportarle para que siga brillando, sin importar el resultado final del reinado en la heroica.
