11 de septiembre de 2025
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“Mae me enseñó que, aunque las distancias sean grandes y los desafíos muchos, la verdadera fuerza de una comunidad radica en su capacidad para unirse y enfrentar los problemas juntos, siempre con esperanza y creatividad” Hiroshi Ipuana Wang.

El día avanza y el sol brilla con fuerza en el cielo de la ranchería Jarrinapi. Hiroshi Ipuana Wang, el narrador de La Guajira, se dispuso a contar una de sus historias favoritas era la de su amigo Mae Leua, un traductor y guía de turismo de las Islas Salomón a los ancianos que se transportaban a lugares lejanos

“Amigos míos,” dijo Hiroshi, “¿sabían que en las Islas Salomón existe un museo muy especial? No es un museo cualquiera, no. Este museo se encuentra bajo el agua, en las profundidades del océano. Las aguas cristalinas que rodean las islas no solo están llenas de vida marina, sino que también guardan los restos de barcos y aviones de la Segunda Guerra Mundial.”

Los ojos de los niños se abrieron de par en par, llenos de asombro. Hiroshi continuó, “Imagina bucear y encontrarte con estos tesoros históricos, como si estuvieras viajando en el tiempo. Los corales y peces han hecho de estos restos su hogar, creando un paisaje submarino único y lleno de vida. Es un recordatorio de la historia y la belleza natural que coexisten en armonía.”

“Este museo submarino no solo es un lugar para explorar, sino también para reflexionar sobre la importancia de preservar nuestro patrimonio y cuidar nuestros océanos. Así como nosotros valoramos nuestras tradiciones y cuidamos nuestra tierra, los habitantes de las Islas Salomón cuidan de su mar y su historia.”

Los wayuu escuchaban con atención, imaginando las maravillas del museo submarino. Hiroshi concluyó, “Así que, cuando piensen en las Islas Salomón, recuerden que bajo sus aguas hay un mundo lleno de historia y vida, esperando ser descubierto

Hiroshi conoció a Mae cuando llegó por primera vez a las islas. Mae fue quien lo recibió en el hotel, con una sonrisa cálida y una actitud servicial. Desde ese momento, se forjó una amistad que superaría las barreras de la distancia y el olvido.

Mae le contó a Hiroshi sobre los problemas de transporte que enfrentaban en las Islas Salomón. Las comunidades apartadas a menudo se sentían aisladas, y la falta de servicios de transporte adecuados dificultaba la movilidad y el acceso a recursos esenciales. Mae, con su espíritu incansable, trabajaba día y noche para encontrar soluciones que valoraran a estas comunidades y garantizaran su movilidad.

Durante su estancia, Hiroshi y Mae compartieron muchas experiencias. Exploraron las islas, conocieron a sus habitantes y aprendieron sobre sus costumbres y tradiciones. Mae le mostró a Hiroshi cómo, a pesar de las dificultades, las comunidades se unían para superar los desafíos. Juntos, idearon formas de mejorar el transporte, desde la implementación de botes comunitarios hasta la creación de rutas de transporte terrestre más eficientes.

Una noche, mientras contemplaban el mar bajo la luz de la luna, Mae compartió una reflexión que dejó una profunda impresión en Hiroshi. “La verdadera fuerza de una comunidad radica en su capacidad para unirse y enfrentar los desafíos juntos”, dijo Mae. “No importa cuán aislados estemos, siempre encontraremos una manera de conectarnos y apoyarnos mutuamente.”

Al regresar a La Guajira, Hiroshi llevó consigo las lecciones aprendidas de Mae. En sus historias, compartía la importancia de valorar a las comunidades apartadas y de trabajar juntos para superar los problemas de transporte y movilidad. Inspirado por la determinación de Mae, Hiroshi animaba a su comunidad a buscar soluciones creativas y a no rendirse ante las dificultades.

La historia de Hiroshi y Mae se convirtió en un símbolo de esperanza y colaboración. En cada rincón de La Guajira, las personas recordaban las palabras de Mae y se esforzaban por aplicar esas enseñanzas en su vida diaria. Así, la amistad entre Hiroshi y Mae trascendió fronteras, uniendo a dos comunidades en su lucha por un futuro mejor.

“Que cada paso te acerque a tus sueños. ¡Hasta pronto!”

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